sábado, 19 de noviembre de 2011

Camino a Londres - David Ferrer, el gladiador incansable

Por tercera vez en su carrera, el de Jávea jugará la Copa Masters, donde fue finalista en 2007. Sus piernas infinitas y su tenacidad le han impulsado al número cinco del mundo, desde donde espera sorprender en Londres y atacar a su gran objetivo, la Copa Davis.


A veces en el tenis, la línea que separa el desconocimiento del triunfo es muy corta. David Ferrer ha experimentado el paso de una a otra dimensión tras un largo camino. Muchos tenistas la cruzan y a unos les cuesta más que a otros. Se asentó entre los mejores en el 2007, alcanzando la final de las ATP World Tour Finals en Shangai Aunque su punto de partida, su punto de inflexión, fue en el US Open de ese mismo curso. Nueva York fue el escenario donde salió a relucir el juego de un gladiador. El español maravillaba partido a partido, sorprendiendo, no a sus rivales, si no a todas las almas que presagiaban desde sus butacas las batallas. Tras superar entre otros a David Nalbandian o Rafael Nadal, el alicantino alcanzó por primera vez la penúltima ronda de un grande. Su rival, Novak Djokovic, le apeó de la última ronda. Pero no importaba. 'Ferru' había sacado la bestia que llevaba dentro y había cruzado esa línea tan importante que puede marcar la carrera de un tenista. Pero todavía quedaba lo mejor. El español se colocó entre los ocho mejores del momento y consiguió el pase para la Masters Cup de Shangai. Allí cerró una temporada de ensueño alcanzando la final, donde sólo Federer consiguió frenarle. Se había convertido en el número cuatro del mundo.


No obstante, la trayectoria de David hasta alcanzar la gloria no ha sido nada sencilla. El tenista comenzó a formarse a los ocho años. Ya como alevín dio sus primeros pasos, proclamándose campeón de Valencia y siendo semifinalista en el Campeonatos de España y Europa. Continúo su progresión y tras ganar el campeonato de España de la categoría sub-15, recibió una beca con la que se fue a Barcelona para continuar su progresos empuñando una raqueta como arma. Tras ganar el campeonato de Europa y del mundo por equipos, abandonó L´Hospitalet en 1999 para regresar a Valencia. Allí, ingresó en el Club de Tenis Denia a las órdenes de su actual entrenador, Javier Piles. En el año 2000, tras ganar varios torneos Challengers, se adentró en el circuito profesional con pies de plomo.

Sólo dos años tardó en conquistar su primer torneo ATP en Bucarest. Joven, talentoso y con un triunfo a sus espaldas. Los entendidos del tenis podrían presagiar que una nueva estrella estaba emergiendo. Sin embargo, hasta 2006 no volvió a conquistar ningún título. ¿La causa? Podríamos decir que la desconocemos. Ese salto de calidad en el circuito, siempre es difícil. No obstante, ya en el 2006 dio un salto importante colocándose entre los diez mejores del ranking ATP. El 2007, le sirvió para asentarse como un tenista grande y reconocido a nivel mundial. Hasta los días que corren hoy, el alicantino ha cosechado varios títulos ATP 500 y 250.

Aunque resulte llamativo, Ferrer nunca ha conquistado un Masters 1000. Quizás en gran parte por la culpa de su compatriota Rafael Nadal, quien le ha privado de la victoria en las finales de Roma y Montecarlo, entre otros sitios. Sobre esta superficie, la tierra, es donde mejor se desenvuelve el ahora número cinco del mundo. Sin embargo, no le disgusta el cemento.A sus 29 años, nunca ha ganado un Masters 1000 Sus mejores recuerdos se han producido sobre la pista dura y espera que esta, una vez más, le permita hacer algo grande en esta Copa Masters. ¿Que si puede ganar David? Perfectamente. Hay quien podría advertir que 29 años son demasiados para cosechar su primer triunfo en un torneo de gran envergadura. Pero hablando de 'Ferru', no se puede ni plantear. Es un luchador y es uno de los mejores restadores del circuito. Pero sobretodo, lo que prima en él es su mentalidad. El español nunca tira la toalla y siempre continúa incansable un camino que, sin duda, acabará con títulos de gran entidad.

A esta Masters Cup de Londres llega tras hacer quizás la mejor temporada de su carrera, tal y como ha reconocido hace unos días en una entrevista a la ATP. Tras firmar un 2011 de ensueño en el que ha conquistado los títulos de Auckland y Bastad y ha alcanzado las semifinales de un grande, como es el Abierto de Australia, el valenciano intentará conseguir un triunfo que le lleve a la gloria.

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