Desde esa noche en el Hampden Park de Glasgow, cuando igualó la marca de Raúl al transformar un penalti ante Escocia, Villa había buscado sin fortuna un tanto liberador. No lo halló ni ante Portugal en Lisboa (4-0) ni frente a Colombia en el Bernabéu (1-0). Anoche, en Granada, la historia dio un vuelvo en solo cuatro minutos. En el 68, tras un pase de Iniesta, quién si no, se deshizo de tres defensas, amagó el tiro por dos veces y empalmó un disparo colocado que superó al inmenso Peter Cech.
La celebración
Nada más entrar el balón en la red, inició una rápida carrera enbusca de Reina, en el banquillo, al que dedicó un tanto que esculpe su nombre en letras de oro en el fútbol español. «Ya le había dicho hace tiempo que si metía el gol 45 sería para él»,desveló tras el partido. Cuatro minutos después, lograba el tanto 46 al transformar un penalti cometido sobre Iniesta.
No fue el único azulgrana que se marchó inmensamente feliz tras el duelo. Xavi también sonreía y no podía disimular su satisfacción camino del vestuario. No era para menos: había entrado en el selectivo club de los internacionales que han disputado 100 encuentros. «Estoy muy contento. No se puede pedir más. Quiero seguir disfrutando de estos momentos», dijo el centrocampista azulgrana, que también felicitó a Villa. «Ya hace tiempo que se merece esto. Hoy ha metido dos golitos y ya lo ha conseguido. Felicidades», le dijo ante un sudoroso Villa, que le devolvió el cumplido: «Felicidades por cumplir 100 partidos».
Villa se reencontró al fin consigo mismo. Lo hizo en la selección para batir un registro que pasará a la posteridad. Sin embargo, su felicidad no era completa. Lleva cinco encuentros sin ver puerta con el Barça, demasiado para un tipo ambicioso como El Guaje.