Cuando el partido parecía que iba a caer rápido del lado del alicantino el cielo dio un respito a Harryson. Y es que los parones, hasta dos, que se dieron en la parte del encuentro disputada el jueves dieron lugar a un partido con sucesivas alternativas, que impedía coger sensaciones a un Ferru mucho más necesitado de ellas que su rival, cuyo juego más directo y construido a martillazos se veía beneficiado por las intermitentes precipitaciones que convertían en hielo la hierba del All England Tennis Club. Algo descentrado en su regreso a pista tras el enésimo calentamiento, el bueno de David cedió un break que fue decisorio para la suerte de esta manga, que caía de lado del norteamericano.
Sin margen de error, la lluvia nuevamente volvió a provocar otra suspensión ya definitiva, quedando la reanudación programada para este viernes. Con tiempo para pensar, el español salió mucho más centrado, mantuvo su eficacia al saque y fue más agresivo al resto, dando muy pocas opciones al estadounidense que se veía incapaz de superar al correcaminos, quien a ratos parecía multiplicarse gracias a su exacerbado estado físico. Muy superior en esta fase del partido, no tuvo demasiados problemas para igualar a 2 sets y acto seguido rematar la faena con la consecución del quinto y definitivo por 6-2, resultado que pudo ser mayor si el de Jávea no hubiese regalado un break. Con esta victoria, Ferrer se mete en tercera ronda donde ya este mismo sábado se enfrentará al eslovaco Karol Beck, verdugo en segunda ronda de Guillermo García-López.
SALVADO POR LAS NUBES
Quien también se vio perjudicado por la lluvia fue Rafa Nadal. O quizás salvado, pues la lluvia londinense hizo acto de presencia cuando el manacorí más sufría sobre la pista. Y es que el luxemburgués Gilles Muller salió a la pista decidido a repetir la gesta de 2005, año en el que le derrotó en este mismo escenario. Para ello era consciente de que necesitaba que su saque funcionara... ¡y vaya si lo hizo! Una decena de aces, varios saques que le permitieron tener bolas cómodas en media pista, otro puñado de ellos mal restados... Sin opciones al resto, al menos Rafa tampoco sufría con su saque, hasta que llegó el 6-5. Entonces el balear, sirviendo para llegar al tie-break, tuvo que afrontar un 15-40 que logró sacar adelante con dos buenos primeros. En la muerte súbita, pese a empezar por detrás, mantuvo la cabeza fría y encontró dos errores de su rival que le permitieron anotarse el tie-break por 6-8.La nota negativa del tie-break fue un resbalón de Nadal tratando de devolver un smash de Muller, que le provocó molestias en su pierna izquierda y en la parte inferior de la espalda, para cuyo tratamiento solicitó la aparación del fisioterapeuta de la ATP. Pero el fisio se ahorró el viaje mercer a la fina lluvia que empezó a regar las verdes pistas londinenses, y que ya no amainaría en toda la tarde. Mañana a partir de las 14.00 continuará este duelo, donde esperemos Rafa Nadal pueda estar al 100%. Así parece, pues sus problemas físicos han quedado en principio en sólo un susto.
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