lunes, 30 de mayo de 2011

Federer,un record en silencio

Desde su nuevo rol, a la sombra de Nadal y Djokovic, enlaza 28 cuartos de final en el Grand Slam

Aunque sus comparecencias arrastran a decenas de periodistas y se limitan las preguntas a una por redactor para que la cosa no se alargue demasiado, Roger Federer sale mucho menos en los periódicos y ocupa pocos segundos en la televisión, nada que ver con lo que era antes. De sopetón, una leyenda viva como el helvético se pasea por París a la sombra de una nueva rivalidad de la que se le excluye, dándole una vez más por muerto antes de confirmar que ya ni siente ni padece. Djokovic y Nadal, Nadal y Djokovic, uno y dos del mundo. Y ni una palabra de Federer, confirmada su presencia en cuartos de final después de arrasar a su amigo Stanislas Wawrinka por 6-3, 6-2 y 7-5 en un derbi suizo que siempre acaba de la misma manera. El triunfo, uno más de los 775 que lleva en una carrera grandiosa, conlleva el enésimo récord, pues por vigésima octava vez de forma consecutiva se planta entre los ocho mejores de un grande, superando a Jimmy Connors en esa estadística. Plusmarca en silencio.

Por primera vez desde aquel 2003 en Wimbledon, Federer asoma más allá de los dos máximos favoritos en un torneo de esta envergadura —entonces era el cuarto cabeza de serie— y este año únicamente ha ganado en Doha, privado de las celebraciones porque las acapara casi todas Djokovic. Él, tranquilo en su nuevo rol, acomodado a su vida de padre y alentado siempre por la discreción de su equipo en las horas de charla que comparten en el selecto hotel Crillon, sigue a su ritmo (sólo 399 minutos en pista) y aún no ha cedido ni un solo set en París. «Conseguir esta marca es bonito, está muy bien, aunque no me hace ganar el torneo», resume sin grandes alardes. «Simplemente es una nueva oportunidad para dar un paso más y mejorar lo que hice el año pasado». Perdió en cuartos.

Espera rival porque el duelo entre David Ferrer y Gael Monfils se suspendió por falta de luz cuando el francés dominaba por dos sets a uno (6-4, 2-6, 7-5), aunque con 2-0 y saque para el alicantino en el cuarto.

Un metro más allá está la muralla de Djokovic, algo más que eso, el pico más alto que se puede escalar en este momento de gloria serbia. A la segunda raqueta del mundo solo le queda un triunfo para igualar una gesta de 1984, con John McEnroe como protagonista, y se le da casi por ganador ante Fabio Fognini, que superó, con una cojera evidente, a Albert Montañés. Djokovic arrolló por 6-4, 6-4 y 6-2 en su victoria 41 a Richard Gasquet y éste desveló el secreto: «Sólo se le puede ganar jugando como Nadal».

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