Al coronarse el lunes en el Abierto de Estados Unidos ante el serbio Novak Djokovic, el tenista español Rafael Nadal probó ser un jugador completo y se convirtió en uno de los pocos elegidos que consiguieron ganar los cuatro torneos del Grand Slam, gracias a su poder de adaptación y a unos progresos fuera de lo común .
"Rafa tiene la capacidad para convertirse en el mejor jugador de la historia, en este momento está jugando el mejor tenis de su vida en superficies rápidas donde mejoró de manera drástica su servicio, en velocidad y precisión", no dudó en afirmar Djokovic luego de su derrota ante el manacorí.
"Y por supuesto que también su juego de fondo siempre es bueno. Es fuerte físicamente y está dedicado a su deporte. Tiene un juego para cada superficie y aún dispone de mucho tiempo por delante (para mejorar), estimó 'Nole' Djokovic quien el lunes también lució muy bien en la pista central de Flussing Meadows.
Pero el zurdo de Manacor estaba entonces muy fuerte. Infatigable defensivamente, intratable en la ofensiva e imperturbable mentalmente, el español sacó ante su rival un partido casi perfecto en el momento perfecto.
"Nadal da prueba a cada instante de sus progresos", confió Djokovic para revelar que eso resulta "un poco frustrante" porque "cada vez que lo enfrentas está mejor".
El tenista serbio estimó que resultaba "fuerte" que alguien exitoso desde sus comienzos fuese capaz de continuar motivado para dar el máximo en cada partido "cualquiera sea su adversario".
"Tiro (a su paso) mi sombrero. Es un gran campeón, un gran hombre y un gran atleta", lanzó Djokovic a manera de homenaje.
Lejos quedó en el tiempo el momento en que el zurdo de Manacor sembraba terror solo en la arcilla. Luego de su victoria en Roland Garros (2008), sumó Wimbledon (2008, 2010), el Abierto de Australia (2009) y finalmente el US Open a su panoplia de Grand Slams, que se agiganta con un total de cinco títulos en el Abierto de Francia.
A los 24 años, Nadal es el cuarto jugador en la era de los Open (desde 1968) en ganar los cuatro torneos del Gran Slam, hazaña que también lograron pero a mayor edad el australiano Rod Laver, el estadounidense Andre Agassi y el suizo Roger Federer).
Aunque el propio Nadal no es radical a la hora de hablar de sus progresos, un cambio en la manera de servir se hizo ostensible en el US Open.
"Probablemente esto hizo una gran diferencia en el torneo", admitió Nadal quien se animó a modificar la forma de tomar la raqueta para servir con más potencia.
"Si puedo continuar sacando bien será un cambio en mi carrera", indicó para agregar que si eso se cumple "podría jugar con mayor agresividad y también con más serenidad en el momento de las devoluciones".
En Flushing Meadows sólo cedió su servicio cinco veces (dos en la final ante Djokovic), y durante todo el torneo apenas otorgó un set.
El mallorquín parece obsesionado por la idea de progresar: "Juego para convertirme en un mejor tenista. No voy a entrenar por entrenar sino para aprender algo nuevo. Tengo la capacidad de escuchar a mi entrenador y de hacer todos los ajustes para mejorar".
Desde los primeros pasos del joven que aterrorizaba a todo el mundo en tierra batida, Nadal recorrió un camino que el mismo se encarga de medir.
"Ahora, mejoré mi slice y se manejar mejor el ritmo en los intercambios, sirvo mejor, consigo más puntos con menos esfuerzo y juego más cerca de la línea de fondo mejorando mi posición".
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